Elegir una rutina de #skincare sencilla, de pocos pasos, efectiva y rápida no es sencillo. Por lo general nos confundimos en un mar de productos. ¡A todas nos pasa lo mismo, no sos un extraterrestre!
La clave es conocer tu biotipo de piel y ¡listo!
Seguramente te identifiques con uno de estos biotipos:
CUTIS MIXTO
Características: Tiene la famosa “Zona T” grasa que está comprendida por mejilla, nariz y mentón, con poros dilatados e impurezas en esta zona. Generalmente las mejillas se hallan entre normales y secas.
CUTIS SECO
Son pieles que producen menos sebo que la piel normal. Como consecuencia carece de los lípidos que necesita para retener la humedad y formar un escudo protector frente a las influencias externa, por eso a veces se la llama “alípica” .
Características: Piel fina y opaca, poros imperceptibles, tensa y poco elástica, reactivas a estímulos externos, con “arañitas”, textura despulida y seca.
CUTIS GRASO
Es un tipo de piel con producción acrecentada de sebo.
Características: Apariencia “grasosa” sobre todo al final del día, poros dilatados, textura gruesa, húmeda, bien hidratada y brillosa, con comedones y pocas arrugas (¡algo bueno tenía que tener!)
Se irrita con facilidad y su piel es más reactiva. Pierde su equilibrio. Necesita cuidados especiales que la alivien y refuercen su barrera de protección natural. Puede ser, también, una manifestación clínica de alguna patología del rostro, como rosácea o dermatitis atópica.
Características: Tirantez, quemazón y picazón . Se enrojece con facilidad (ante esfuerzos físicos, emociones, al tacto), es sensible a muchos cosméticos y al maquillaje. Muchas veces se acompaña por “arañitas” por su fragilidad capilar.
Los clásicos desencadenantes son: La Radiación UV, calor, frío, viento, tacto. Factores Psicológicos (las pieles sensibles suelen ser muy tímidas y sonrojarse ¡jeje!. Factores hormonales. El uso de cosméticos inadecuados y maquillaje. Alimentación muy condimentada.
Ahora que sabés cual es tu biotipo de piel, ya podés elegir tus productos a medida: